La verdad es que lo mejor de toda la película es el título, y es que está muy bien escogido ya que para el agente John McClane ya va siendo un buen día para morir.
Y es que, como ya se intuía en la anterior entrega "La junga 4.0" (2007) la saga empezaba a entrar en decadencia, y en esta se confirma.
McClane va a salvar a su hijo a Moscú y acaban juntos luchando contra los malos de turno.
A simple vista parece una película más del montón, y de hecho lo es.
Encima el personaje de McClane se pasa toda la película diciendo chistecitos aun que se encuentren en la situación menos oportuno, mientras que su hijo resulta un personaje sin gracia ni chicha.
Para colmo ni siquiera hay un villano que destaque, sino que durante la película vamos viendo varios malos que pasan sin pena ni gloria, solo para intentar dar un final sorprendente que de sorpresa tiene poco, ya que era muy de esperar.
Como puntos positivos destacan los efectos especiales, así como la actuación de Bruce Willis o el hecho de que dure tan poco, haciendo que la película resulte bastante entretenida.
Nota: 4'5/10
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